2 jul 2010

Marga, una super mujer

Conozo a Marga desde hace... uf, casi ni me acuerdo, creo que por lo menos desde hace doce años y siempre me ha fascinado de ella su fuerza, valentía y su manera de encarar la vida.
Marga es ciega, pero eso para todos los que la conocemos es una característica más, como si os digo que es rubia, alta o cualquier otra cosa que la defina... para nosotros es fácil olvidar que es ciega, pero supongo que hasta llegar hasta aquí habrá tenido que pasar por un duro camino, incluso ahora se encontrará problemas que el resto ni nos planteamos.

Marga es mamá y trabaja fuera de casa, en un puesto de responsabilidad.

Marga con Juan Pedro en su despacho


Éstas fueron las preguntas que nos contestó, en el futuro le pediré que comparta con nosotros más vivencias.

Te conozco y se que tu vida no puede ser más "normal", a mi me cuesta pensar en tí como una persona que tiene una discapacidad pero supongo que durante toda tu vida, y aún ahora, te encontrarás con gente que alucina ante tu forma de desenvolverte, tanto profesional, como socialmente y como madre. ¿Te molesta esta actitud de la gente?

No me molesta si lo hacen por desconocimiento y sí cuando lo hacen por lástima o incredulidad. Hay gente que se extraña porque no se imagina cómo una persona que no ve puede desenvolverse con normalidad y hacer las mismas cosas que los demás. Algunos incluso te admiran porque piensan que no serían capaces de hacerlo igual que tú en la misma situación. Estos son la mayoría y no me molesta porque entiendo que no sean capaces o les cueste ponerse en mi lugar cuando no han vivido mi situación.
Pero hay otras personas que se extrañan y además no se creen que puedas desenvolverte tú de forma autónoma en según qué casos. Por ejemplo, si me ven con el niño y con mi madre porque vayamos juntas a algún sitio, dan por hecho que al niño me lo está criando mi madre y no yo. Eso sí me molesta porque no es así y tampoco es cuestión de explicarles mi vida a según qué personas a las que veo de higos a brevas.

Estudiaste psicología y ahora tienes un puesto de importancia dentro de la ONCE, a muchas personas con discapacidad no las "dejan" desarrolarse tanto profesionalmente, ¿Tuvieron mucho que ver tus padres en esto?

Sin duda. Gracias a mis padres yo he crecido como una persona más en un ambiente totalmente normalizado. Si he podido estudiar ha sido porque mis padres creyeron que era capaz y pusieron en mis manos todo lo que estubo a su alcance.
Esto para ellos fue difícil porque hace 34 años no ahbía tantos avances ni sensibilización con el tema de la discapacidad, pero lo hicieron fenomenal.
También la ONCE me ha ayudado mucho, con sus apoyos técnicos y el asesoramiento que desde que yo me quedé ciega a los dos años de edad, le dieron a mis padres.
También ha influído mi propia personalidad, claro está, porque por mucho que tu familia te ayude si tú no quieres no evolucionas, pero también ocurre al contrario, tú puedes querer hacer cosas y crecer como persona y si tus padres no creen en tí y no te animan y apoyan puedes quedarte atrás.
Así que en mi caso, ha sido un cúmulo de cosas, pero principalmente le doy las gracias a mis padres y hermanos.

Cuándo pensabas en la maternidad, antes de planteartelo realmente, ¿tenías los miedos normales de cualquier mujer o tenías presión añadida?

Claro que tube presión añadida, porque por muy aceptado que tú tengas la discapacidad y por mucho que creas en tí misma y en tus capacidades, no puedes evitar pensar en si serás una buena madre, si tu hijo se verá afectado negativamente en algún momento de su vida por tu discapacidad, si podrás llegar a todo lo que tu hijo necesita de ti, etc.
Al menos a mi sí me pasó y me pasa a veces todavía.


¿Hubo alguien en tu entorno de amigos, familia, etc que intentara disuadirte ante la idea de ser madre?

Por suerte no. Si tenían dudas a mi nunca me las han manifestado, al contrario, todos contentos con mi embarazo y ahora más con el niño, claro.

Yo te he visto con tu bebé, bueno, ya no tan bebé, es todo un hombrecito, y eres una madraza pero recuerdo un comentario de mi abuelo (en mi boda) "¡no veas como le da de comer!, que bien se apaña" y se que tienes tus trucos a la hora de alimentar, vestir, bañar al niño, ¿nos los cuentas?

Bueno, trucos sí qué tienes, o más qué trucos estrategias que desarrollas para suplir el sentido que te falta, en mi caso la vista.
Pero se convierten en algo tan natural que ahora que me preguntas me cuesta sacarlos.
A ver, por ejemplo, para darle de comer yo me lo siento de espaldas a mi para tenerle el cuerpecito controlado y con una mano localizarle la boca y con la otra llevarle el alimento.
Reconozco que los líquidos, (sopa, purés, etc) me cuesta bastante más, sobre todo cuando era más bebé, porque se pierden en el camino entre el plato y la boca del niño, pero con los sólidos, yogures y demás no hay problema.
Para vestirlo sólo es cuestión de localizar la parte de alante y atrás de las prendas, que te orientas por la etiqueta, cremallevas y demás, y ponérselas al niño sin más.
Para cambiarle el pañal lo mejor en mi opinión es lavar al niño para asegurarte de que está bien limpio pero también lo hago con toallitas y la cuestión es darle varias pasadas con varias toallitas por todos los sitios para asegurarte de que lo limpias bien.
Todo es cuestión de práctica y de utilizar mucho el tacto y demás estrategias.
Pero esto es también muy personal, porque lo que a mi me viene bien a lo mejor a otra persona no tanto.
¿Cómo crees que percibe el niño que su madre es ciega?

Todavía no lo sé con certeza porque es muy pequeño. Lo que sí sé es que interactúa conmigo con toda normalidad sin que le hayamos dado grandes explicaciones. Por ejemplo, desde hace ya casi un año, es decir, desde que tenía un año y poco, me trae las cosas que quiere enseñarme directamente a las manos, y cuando quiere que vea algo que está en otro sitio puesto, me coge las manos y me las lleva a donde esté lo que sea.
Ahora mismo yo no le veo ninguna actitud a destacar especialmente. Creo que si un niño crece en una situación en concreto, la asimila como lo normal y no lo ve raro ni le afecta. Otra cosa será cuando crezca y vaya al colegio, tenga que estudiar, se relacione con otros niños, etc, ahí, aunque estoy segura de que las cosas irán bien, es posible que en algunos momentos sí caiga en la cuenta de que su madre es ciega y eso implica tal o cual cosa.
En todo esto, es determinante cómo los demás asumamos la situación y cómo nos comportemos. Si lo hacemos con normalidad el niño lo verá como tal y todo estará bien.

Una anécdota: yo le leo cuentos en braille con dibujos en relieve que edita la ONCE sobre todo para niños ciegos y también para padres ciegos que quieren hacer esta actividad con sus hijos.
Pues una vez cogió un cuento de estos para que se lo leyera su padre que ve perfectamente y le cogió las manos y le puso las manos encima de los puntos para que le leyera. Este es un ejemplo de que e que los niños asumen como normal lo que tú les transmitas.

1 personas:

Lorena on 3 de julio de 2010, 8:48 dijo...

Magnifica historia. Me ha encantado leela.
La anécdota final, lo mejor de todo.
Los niños son tan sabios...

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