Autora intivatada: Irune Barrena
Para entender esto hay q volver a abril del 2007. Un día, buscando en Internet clínicas de ginecología que pusieran dius, la casualidad me llevo al foro de IVI. Y allí conocí la ovodonación.
En mi vida jamás había oído hablar de ello, ni sabia que existía, y la primera vez q me lo plantee, lo descarte de forma inmediata... No estaba tan loca.
Pero poco a poco esa idea se iba quedando conmigo, aunque la veía como algo muy lejano... Me llamó especialmente la atención la foto del edificio IVI, ese enorme cubo azul, tan llamativo. Pero a decir verdad, no sabía ni donde quedaba la clínica...
Un día cuando iba en autobús hacia un centro comercial, desde la ventana lo vi, me llamó muchísimo la atención. A la vuelta, bajé andando y pasé por la puerta de aquel lugar... Me llamaba... Y sentí una sensación de seguridad que hoy, tres años después, no me ha abandonado...
Al llegar a casa decidí llamarles, y me citaron para una entrevista donde me explicarían el tratamiento, las pruebas y los riesgos. El 28 de abril tuve la cita. La enfermera despejó todas mis dudas, y me explicó todo al detalle, me mostró los inyectores, y me dijo que me lo pensara.
No había nada que pensar, estaba decidido. Le dije que me citara para las pruebas. Y esa cita fue un 2 de Mayo.
Llegué a la clínica a las 4 para empezar con los análisis y la eco, y me citaron para la entrevista psicológica. Me pautaron un ciclo de pastillas anticonceptivas a la espera de los resultados de las pruebas y de iniciar el tratamiento.
A los pocos días recibí la llamada que me indicaba que todo empezaba a coger forma. Me citaron para una eco de control y ¡¡horror!!! Me anunciaron que ese mismo día empezaban los pinchazos. De repente, qué susto me llevé... Nunca he tenido miedo a las agujas pero iba todo tan rápido que, uff... Me llevaron a enfermería con una enfermera que me iba a enseñar a ponerme las inyecciones y la verdad es que antes de que ella terminara de hablar, yo ya me había clavado la jeringa... No había sido para tanto...
Poco después fue mi segundo control y empecé a hacer doblete con las banderillas, llegando a pincharme en los sitios mas insospechados... En plena calle, en un bar...Y haciéndome controles cada dos días, y cuando quise darme cuenta me anunciaron el día que mas me temía... La punción.
¡¡Que miedo me daba!!
En mi vida jamás había oído hablar de ello, ni sabia que existía, y la primera vez q me lo plantee, lo descarte de forma inmediata... No estaba tan loca.
Pero poco a poco esa idea se iba quedando conmigo, aunque la veía como algo muy lejano... Me llamó especialmente la atención la foto del edificio IVI, ese enorme cubo azul, tan llamativo. Pero a decir verdad, no sabía ni donde quedaba la clínica...
Un día cuando iba en autobús hacia un centro comercial, desde la ventana lo vi, me llamó muchísimo la atención. A la vuelta, bajé andando y pasé por la puerta de aquel lugar... Me llamaba... Y sentí una sensación de seguridad que hoy, tres años después, no me ha abandonado...
Al llegar a casa decidí llamarles, y me citaron para una entrevista donde me explicarían el tratamiento, las pruebas y los riesgos. El 28 de abril tuve la cita. La enfermera despejó todas mis dudas, y me explicó todo al detalle, me mostró los inyectores, y me dijo que me lo pensara.
No había nada que pensar, estaba decidido. Le dije que me citara para las pruebas. Y esa cita fue un 2 de Mayo.
Llegué a la clínica a las 4 para empezar con los análisis y la eco, y me citaron para la entrevista psicológica. Me pautaron un ciclo de pastillas anticonceptivas a la espera de los resultados de las pruebas y de iniciar el tratamiento.
A los pocos días recibí la llamada que me indicaba que todo empezaba a coger forma. Me citaron para una eco de control y ¡¡horror!!! Me anunciaron que ese mismo día empezaban los pinchazos. De repente, qué susto me llevé... Nunca he tenido miedo a las agujas pero iba todo tan rápido que, uff... Me llevaron a enfermería con una enfermera que me iba a enseñar a ponerme las inyecciones y la verdad es que antes de que ella terminara de hablar, yo ya me había clavado la jeringa... No había sido para tanto...
Poco después fue mi segundo control y empecé a hacer doblete con las banderillas, llegando a pincharme en los sitios mas insospechados... En plena calle, en un bar...Y haciéndome controles cada dos días, y cuando quise darme cuenta me anunciaron el día que mas me temía... La punción.
¡¡Que miedo me daba!!
A las 8 de la mañana iba hacia la clínica en el taxi con unas inmensas ganas de volverme a casa... ¡¡Cuántas veces me arrepentí de estar en ese coche!!
Pero no lo hice... No podía hacerlo, no podía fallar... No ahora.. Alguien había puesto sus esperanzas y su futuro en mis manos... Supe que no podía echarme atrás... Y entré a la clínica.
Me llevaron a la habitación donde una enfermera comprobó mi estado de salud. Y llegó el momento. Entré en quirófano, ahí creía que iba a darme algo. Me subí a la mesa, me pusieron la vía y recuerdo que me desperté colocada, pero feliz...
Ahí estaban la psicóloga y la enfermera comprobando que todo iba bien. Y en verdad lo iba. Yo alucinaba pensando: Si, ¡¡lo he hecho!!
No había sido para tanto, la sensación fue increíble... Y sin un triste dolor...
Una semana después, fui a revisión, y ¡¡si!! ¡¡Me dejaban volver!! Me habían fichado en un nuevo equipo...
Poco después llego mi segunda donación; la tercera; la cuarta... Y más no, porque aún no pude.
Y jamás me arrepentí, es mas, decidí comprometerme con la ovodonación más allá de mis propios tratamientos, de intentar que el mundo descubra que esto existe. Como un día lo descubrí yo. Para que alguien más aprenda lo que yo aprendí en esos meses. Aprender a entender...
Entender que un día puedes hacer cosas que jamás pensaste, que cambiaran tu forma de ver las cosas, y que te enseñaran a ver el mundo de otra forma...
Así, poco a poco, construiremos un mundo donde sí nos guste vivir, el mundo que les queremos dejar a nuestros hijos. Vengan del lugar que vengan...
Hoy, que lo veo todo con algo de distancia, yo misma me sorprendo de como cambió mi vida en poco mas de año y medio, de como cambié yo, reina de las egocéntricas, de como se puede cambiar aún más...
Ironías de la vida, a los 4 meses de mi última donación, me quedé embarazada. Iba a tener mi tercera hija. Me marché de vacaciones embarazada de 5 semanas, contentísima, hasta que al día siguiente de llegar allí, empecé a sangrar. Fui disparada al hospital de Villajoyosa donde solo me diagnosticaron un embarazo ectópico, y me daban orden de ingreso para ponerme metotrexato y perder el embarazo. Yo sabía que no, lo presentía. Me negué a ingresar (cabe decir que ninguna de las pruebas decían nada), no iba a rendirme así como así. Pero ya me habían advertido que si tenían razón, mi vida corría un serio peligro.
No sabia que hacer, a 800 km de casa, iba a perder mi bebe, y ni siquiera estaba segura de que realmente fuera un ectópico. Así que a las 11 de la noche, llame al IVI, pensé que si alguien podía ayudarme, eran ellos.
El teléfono de urgencias lo cogió Sandra, la ex directora de la clínica, que nada mas oír mi voz, supo quien era. Le conté histérica todo lo sucedido, y me tranquilizó, me dijo que no hiciese nada hasta hacerme una ecografía de alta resolución, y a esas horas de la noche se puso en contacto con el IVI Alicante con el fin de que por la mañana, me estuviesen esperando para buscar a mi niña perdida.
Llegue a pasadas las 11 de la mañana, desde el autobús, donde iba muerta de miedo, al ver el edificio de IVI Alicante, me entro de repente la calma, al igual que me ocurrió en Bilbao, sabia que estaba en las mejores manos, y así fue.
Llegué, y sin decir quien era, me dijeron que me estaban esperando, pasé a consulta y directamente a buscar a mi niña. Ahí estaba, bien colocada, en su sitio, y bien. ¡¡Estaba bien!!! Aun así, el medico no quiso que me marchase hasta repetirme la beta, por precaución, y me indicó que la semana siguiente debería ir a Bilbao a comprobar el latido. La beta fue bien.
Una semana después, la misma mujer que atendió mi histeria por teléfono, me mostro el latido del corazón de mi hija, estaba viva, y crecía bien. Se salvo por los pelos.
Con el tiempo entendí, que si no hubiese hecho esas donaciones, no hubiese sabido a quien recurrir cuando las cosas se complicaron, y hoy, mi hija no estaría echando la siesta a mi lado.
Es curioso como la vida te lleva por senderos que, en principio no tienen sentido, pero con el tiempo eres capaz de comprender. Una semana después de ver el latido, una amiga mía receptora de ovodonación, me llamaba para decirme ¡¡que estaba embarazada!!
Pero no lo hice... No podía hacerlo, no podía fallar... No ahora.. Alguien había puesto sus esperanzas y su futuro en mis manos... Supe que no podía echarme atrás... Y entré a la clínica.
Me llevaron a la habitación donde una enfermera comprobó mi estado de salud. Y llegó el momento. Entré en quirófano, ahí creía que iba a darme algo. Me subí a la mesa, me pusieron la vía y recuerdo que me desperté colocada, pero feliz...
Ahí estaban la psicóloga y la enfermera comprobando que todo iba bien. Y en verdad lo iba. Yo alucinaba pensando: Si, ¡¡lo he hecho!!
No había sido para tanto, la sensación fue increíble... Y sin un triste dolor...
Una semana después, fui a revisión, y ¡¡si!! ¡¡Me dejaban volver!! Me habían fichado en un nuevo equipo...
Poco después llego mi segunda donación; la tercera; la cuarta... Y más no, porque aún no pude.
Y jamás me arrepentí, es mas, decidí comprometerme con la ovodonación más allá de mis propios tratamientos, de intentar que el mundo descubra que esto existe. Como un día lo descubrí yo. Para que alguien más aprenda lo que yo aprendí en esos meses. Aprender a entender...
Entender que un día puedes hacer cosas que jamás pensaste, que cambiaran tu forma de ver las cosas, y que te enseñaran a ver el mundo de otra forma...
Así, poco a poco, construiremos un mundo donde sí nos guste vivir, el mundo que les queremos dejar a nuestros hijos. Vengan del lugar que vengan...
Hoy, que lo veo todo con algo de distancia, yo misma me sorprendo de como cambió mi vida en poco mas de año y medio, de como cambié yo, reina de las egocéntricas, de como se puede cambiar aún más...
Ironías de la vida, a los 4 meses de mi última donación, me quedé embarazada. Iba a tener mi tercera hija. Me marché de vacaciones embarazada de 5 semanas, contentísima, hasta que al día siguiente de llegar allí, empecé a sangrar. Fui disparada al hospital de Villajoyosa donde solo me diagnosticaron un embarazo ectópico, y me daban orden de ingreso para ponerme metotrexato y perder el embarazo. Yo sabía que no, lo presentía. Me negué a ingresar (cabe decir que ninguna de las pruebas decían nada), no iba a rendirme así como así. Pero ya me habían advertido que si tenían razón, mi vida corría un serio peligro.
No sabia que hacer, a 800 km de casa, iba a perder mi bebe, y ni siquiera estaba segura de que realmente fuera un ectópico. Así que a las 11 de la noche, llame al IVI, pensé que si alguien podía ayudarme, eran ellos.
El teléfono de urgencias lo cogió Sandra, la ex directora de la clínica, que nada mas oír mi voz, supo quien era. Le conté histérica todo lo sucedido, y me tranquilizó, me dijo que no hiciese nada hasta hacerme una ecografía de alta resolución, y a esas horas de la noche se puso en contacto con el IVI Alicante con el fin de que por la mañana, me estuviesen esperando para buscar a mi niña perdida.
Llegue a pasadas las 11 de la mañana, desde el autobús, donde iba muerta de miedo, al ver el edificio de IVI Alicante, me entro de repente la calma, al igual que me ocurrió en Bilbao, sabia que estaba en las mejores manos, y así fue.
Llegué, y sin decir quien era, me dijeron que me estaban esperando, pasé a consulta y directamente a buscar a mi niña. Ahí estaba, bien colocada, en su sitio, y bien. ¡¡Estaba bien!!! Aun así, el medico no quiso que me marchase hasta repetirme la beta, por precaución, y me indicó que la semana siguiente debería ir a Bilbao a comprobar el latido. La beta fue bien.
Una semana después, la misma mujer que atendió mi histeria por teléfono, me mostro el latido del corazón de mi hija, estaba viva, y crecía bien. Se salvo por los pelos.
Con el tiempo entendí, que si no hubiese hecho esas donaciones, no hubiese sabido a quien recurrir cuando las cosas se complicaron, y hoy, mi hija no estaría echando la siesta a mi lado.
Es curioso como la vida te lleva por senderos que, en principio no tienen sentido, pero con el tiempo eres capaz de comprender. Una semana después de ver el latido, una amiga mía receptora de ovodonación, me llamaba para decirme ¡¡que estaba embarazada!!
Ver su alegría, y su tremenda ilusión, por ese bebe que venia de una donación, similar a las que yo misma había hecho, me mostró el otro lado de la moneda. Dos semanas después, y ante la imposibilidad de su marido de acompañarla, pude ir a su primera ecografía, y pude ver a su bebe incluso antes que ella (yo ya sabia qué buscar en la eco...) y su cara, cuando le señale en la pantalla esa especie de huevito, me hizo aprender sobre la donación de óvulos, muchiiiiiiiisimo mas que todos los pinchazos que me había dado, y comprendí, que merecía la pena, que nunca podría arrepentirme, y que es necesario darles a esas valientes las armas, para poder seguir luchando por sus sueños...
9 meses después pude ver la cara de su hijo, de esa madre que por fin, dejaría de buscar lo que llevaba buscando toda su vida, vi la felicidad completa, los sueños cumplidos... Y vi que no había ninguna diferencia entre esa madre y su hijo, y mi hija y yo...
Son diferentes formas de crear una gran historia de amor...
Y creo que estamos en el camino correcto, que el Barco de Los Sueños ya ha zarpado y es imparable...
Por que la vida, consiste en luchar por cumplir sueños...¡¡¡Cumple un sueño!!!... Aunque no sea el tuyo...
9 meses después pude ver la cara de su hijo, de esa madre que por fin, dejaría de buscar lo que llevaba buscando toda su vida, vi la felicidad completa, los sueños cumplidos... Y vi que no había ninguna diferencia entre esa madre y su hijo, y mi hija y yo...
Son diferentes formas de crear una gran historia de amor...
Y creo que estamos en el camino correcto, que el Barco de Los Sueños ya ha zarpado y es imparable...
Por que la vida, consiste en luchar por cumplir sueños...¡¡¡Cumple un sueño!!!... Aunque no sea el tuyo...
4 personas:
Existen muchos tipos de locura, ¡bendita sea la tuya!
Un abrazo Key...
Es increible lo que haces, seguro que has hecho a muchas personas muy felices y no existe mejor recompensa.
Me has puesto los pelos de punta! Eres una persona increible, gracias por existir. Un abrazo!
Vaya, Irune, nunca había leído nada tan de cerca sobre la ovodonación... No te creas, que se me queda rondando la cabeza...
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