Nos cuenta su experiencia tras el nacimiento de Hugo por inne-cesárea y de Ana PVDC (parto vaginal después de cesárea)
¿Me puedes contar el nacimiento de Hugo?
Mira, -dice resuelta- yo tenía 20 años, me casaba embarazada y sin saber realmente nada. Iba al médico, me hacía mis análisis, me encontraba bien, pero la verdad era una cría. A ver, sigo siendo joven, pero me refiero a que era una cría en el sentido de que no tenía ni idea de a lo que iba. No tenía especial miedo al parto, pero tampoco me agradaba, y como ya sabes, cuando te ven joven y con barriga toooodo son historias para no dormir. El 29 de mayo rompí aguas y nos fuimos corriendo, como se supone que tenía que ser, al hospital. Yo no tenía contracciones, me sentía bastante bien, no tenía más que dolor de espalda. Pero al llegar allí e acuerdo que era un lugar tan frío y me trataron tan mal que empecé a tener miedo. Todo me parecía agresivo, aunque no me estuviesen haciendo nada, pero las miradas, los silencios, la manipulación... pasaron las horas y como había roto la bolsa me pusieron un gotero, ahora sé que era oxitocina, pero entonces era "para ayudarte a dar a luz que eres muy joven" me parece una tontería, mi abuela a mi edad no era muy joven para haber tenido tres hijos y parió en casa. Y nada, un bucle, dolor, más dolor, no te muevas, se pierde el registro, estas niñas jóvenes...¿Y de ahí a quirófano?
Sí, hija, sí, de ahí en nada vino un ginecólogo que no había visto hasta el momento se puso a gritar por nosequé y a mí me dijeron -ordenaron- te vamos a hacer cesárea. Muerta de miedo, porque, aunque joven yo quería a Hugo y tenía un miedo atroz a que le pasase algo. Recuerdo como lloraba mientras empujaban la camilla. Me intentaron poner la epidural, pero me pincharon tres veces y no hubo manera. Así que fue anestesia general. No recuerdo nada. Más que me desperté con mucho frío y sola. Al rato vino Miguel a decirme que Hugo se parecía a mi padre. Cuando subí a la habitación, me sentía fatal, no conocía a mi hijo y todo el mundo lo había visto ya. Yo tenía dolor, estaba cansada y no me dejaban ni bajar a ver al niño ni me lo subían. Cuando lo ví me quedé impresionada. Era precioso pero no lo conocía, todo el mundo me decía lo que se parecía a mi padre pero yo tenía hasta miedo de que no fuese mi hijo. Yo te prometo que sólo quería quedarme sola con Hugo y llorar. Pero ya sabes, hospital, visitas, más visitas...Fotos y yo, la verdad me dejé mangonear. Intenté darle la teta, pero nada un fracaso, entre los biberones del hospital, que no sabía ponerlo, que me dolía la cicatriz, que me decían que no me subía la leche y que el niño lloraba nada, no di nada el pecho.Pero... ¿todo cambió?
Por suerte para todos, sobre todo para Hugo. Yo creo que tuve una depresión postparto, no me apetecía hacer nada, estaba cansada. Pero iba haciendo las cosas como podía, estaba mucho con mi madre que me ayudaba demasiado y no me sentía ni buena madre ni buena pareja ni nada. Los meses fueron pasando y aprendí a ser madre de Hugo. No te negaré que fuese fácil. Pero conforme pasaron los meses empecé a recuperarme y a tomar las riendas de mi vida, a estar más segura de lo que hacía con el niño, y claro pagando todas las novatadas de madre primeriza. Y preparasteis la llegada de Anita...
Sí, ella tiene ahora 5 años. Totalmente diferente. Me he sentido muy culpable muchos años por no guardar un buen recuerdo del nacimiento de Hugo. Pero no podemos cambiar el pasado. Yo tenía 25 años cuando nació ella.
Me quedé embarazada en seguida y es una pena que no supiese la de sitios y grupos de gente que hay ahora entonces, me hubiesen ayudado mucho. Pero salió así como debía de ser.
¿que hiciste durante el embarazo?
Hacer, hacer, nada. Cuidar de Hugo, pero me sentía otra persona. Ya tenía experiencia, ya sabía que NO quería y estaba mucho más segura de mi misma. Acudí a los controles igualmente. En las clases de la matrona ya se hablaban de otras cosas. No tanto como me cuentas ahora, pero te daban otra información. Yo lo que tenía bien claro era que quería conocer a mi hija antes que mi suegra, mi cuñado. mi primo... quería estar con ella con mi marido y con mi otro hijo y que esta vez nadie me iba a mangonear. Simplemente me fié de mi cuerpo.
¿Cómo fue el parto?
(Sandra sonríe recordándolo) Mira, totalmente diferente... empecé con contracciones pero quería esperar hasta el final de todo en casa y eso hice. Así que no dije nada a nadie y como el niño estaba en el parque con mi padre y después se quedaría a comer con ellos dos y Miguel estaba trabajando tenía tiempo. Me duché, me puse ropa cómoda (la única que me cabía entonces) y fui preparando las cositas del Ana. Esta vez tenía muy claro que quería dar el pecho a la niña y que no quería que me separasen de ella. Estuve en casa sola, en la cama, en el sofá, dando vueltas pero tranquiiillaa, sola. Miguel llegó y se asustó, porque me vió la cara desencajada, pero yo no me lo notaba, yo estaba como ida. Así que vámonos ya al hospital. Me costó un mundo salir de casa. de haberlo sabido, no me habría ido. ¿Cómo fue la llegada?
Ja ja, se ríe, no dio tiempo a nada...Ana casi nace en el ascensor jajaja. De camino al hospital en el coche, con los baches y los acelerones, me noté mojada y ahí sí que tuve dolor. Había roto la bolsa y sentía una enorrrme presión en el culo. Llegué al hospital me pusieron como pudieron en la camilla y nada corrieron con migo y con la cabeza de la niña asomando. Fué como un pescadito escurriéndose. No pasaron ni diez minutos y tenía a Ana encima de mi. Preciosa, preciosa... Miguel casi se pierde todo entre papeleo y demás. No me separé de ella nada de nada. Que diferente fue todo, de haberlo sabido con Hugo... Nos subieron a la habitación y una enfermera muy maja nos estuvo ayudando a poner a la niña al pecho que se enganchó estupendamente. ¿Cómo fue la lactancia?
Estupenda... Ana ha tomado teta hasta los dos años y medio. Hemos tenido comentarios de todo tipo, que si engorda que si no engorda...pero yo decía ¿la niña está bien? pues entonces. La niña estaba contenta, hacía todas las cositas que tienen que hacer los bebés pues entonces ¿qué problema hay? Se destetó ella sola cuando quiso. Fue tomando cada vez menos, cada vez menos, después era sólo para dormir hasta que no quiso más. ¿Qué sacas en limpio ahora, años después?
¿De lo de los partos? que donde mejor se está es en casa y que para sacar adelante un bebé no necesitas mucha gente sino tranquilidad y sentido común. No hay que darle tantas vueltas a las cosas, si yo hubiese hecho como haces tú ahora me habría vuelto loca. Simplemente lo que te pida el cuerpo. Y nos ponemos a hablar con nuestros temas privados que queda poco para ir a buscar a los niños al colegio. Y ahí la tenemos, tranquila, confiada... y sin buscarle tres pies al gato. En serio me encantaría algún día me acompañase y viese lo necesario que es una visión tan natural como tuvo ella, aún siendo "una cría" Sandra supo perfectamente lo que necesitaban tanto ella como su niña.
Un saludo a todos
1 personas:
Quiero felicitar a Sandra por haber escuchado a su instinto en su momento. Creo que si que tendría mucho que aportar en un grupo de apoyo a la lactancia, a la crianza, como el hecho de haber parido un segundo bebé tras una cesárea, algo a lo que muchas madre temen...y de haberla amamantado largo tiempo.
Y gracias a ti, Susana, por hacernos llegar relatos como éste, algo tan bonito pero tan simple como la vida misma.
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