Lo que encontramos nada más entrar es un vasto jardín escalonado en varios niveles ascendentes, de forma que cada vez que subimos por una escalera nos sorprendemos con una zona nueva que no se veía desde abajo. A simple vista es un hermoso jardín que parece tener de todo: lago, puentecito, cuevas, fuentes, torres de cuento, zamburguesas...al informarnos descubrimos que nada está allí por mera cuestión estética. El misticismo de la masonería es protagonista en casi cada rincón, culminando en el pozo iniciático que encontramos en lo más alto de los jardines.
Vistas desde el punto más alto y desde el fondo.A él se puede acceder tanto por la parte superior como a través de pasadizos subterráneos intransitables si no se lleva una linterna. Yo llegué al pozo a través de uno de estos pasadizos escondido detrás de una fuente llamada portal de los guardianes. Tras un pequeño paseo en la oscuridad apareces justo en la zona central del pozo, y la impresión no puede ser mayor. A la sensación de lugar verdaderamente mágico contribuyeron las gotitas de lluvia que caían de todas partes, incluso en el centro del pozo, a pesar de estar en un día soleado. El sonido, la arquitectura, los detalles...uno no quiere salir de allí.
Los túneles que conectan el pozo con diferentes puntos de la quinta no son los únicos, hay multitud de ellos por los que no pudimos evitar perdernos, y es que te ponen el modo indiana jones en "on" y con turbo. Fue tal el vicio que les cogimos a estos recorridos subterráneos que por poco nos quedamos encerrados, ya que llegó la hora del cierre de la quinta y aún seguíamos explorando en uno de ellos. Justo al salir apareció el encargado de cerrar los accesos a esos túneles, y al ver el poco entusiasmo que puso en comprobar si quedaba alguien dentro nos dimos cuenta de lo cerca que estuvimos de pasar la noche allí.
El interior del palacio es otra maravilla, con una pequeña exposición en la segunda planta que te abre los ojos sobre la complejidad de aquel lugar.La Quinta da Regaleira es un lugar que por sí solo ya merece el desplazamiento a Sintra. Fue la mayor sorpresa que me traje de allí, una tarde de descubrimientos y diversión a un precio de risa en comparación con todo lo que ofrece al visitante.
Este lugar en particular, y el dúo Sintra-Lisboa en general, son una excelente opción para escaparse durante unos días, os lo recomiendo.
2 personas:
Dios, que imágenes más impresionanttes y por lo que cuentas debe ser un sitio realmente idílico, me lo apuno en la lista de lugares por visitar, ¿Dónde queda? quiero ir!!
Madre mía qué pasada...
Este verano vamos a Galicia y pensábamos dar una vuelta... esta, puede ser interesante...
¡¡Preciosas fotografías!!
Publicar un comentario