Hasta ahora nos hemos encontrado con que más o menos la mitad de las parejas tenían en mente un lugar especial para ellos donde realizar la sesión, mientras que la otra mitad prefería dejarlo en manos del fotógrafo. En el primer caso los novios acuden con una particular motivación pues es una ocasión perfecta para retratarse en un sitio que para ellos tiene un significado. Los fotógrafos nos dejamos llevar e intentamos sacarle el máximo provecho al lugar escogido. En caso de que los novios prefieran que los fotógrafos elijamos dónde realizar la preboda, solemos dar una vuelta buscando unas características comunes: Que sea en exteriores para dar mayor libertad de acción, que no sea un lugar transitado para que la pareja se sienta cómoda, y que haya buena iluminación a la hora elegida para la sesión, que a ser posible solemos fijar unos 2 ó 3 horas antes de la puesta de sol, cuando la luz solar es un aliado en lugar de un inconveniente a evitar.
¿Y cómo hacerles posar para que parezcan naturales? ¡No les hacemos posar!...¿y cómo conseguir que parezcan tan naturales? No hay que encorsetarlos en ortopédicas poses, sino dejarles libertad para que sean ellos mismos. Generalmente cuesta al principio, los novios se sienten observados y para colmo se espera de ellos que hagan gala de un romanticismo que comprensiblemente se ha relajado con el paso de los años, pero basta con convencerles de que no estamos allí para que aflore en ellos esa unión que tan hermosa luce en las fotografías.
Eso sí, los fotógrafos no somos máquinas de apretar botoncitos, y de vez en cuando nos apetece charlar. Aprovechamos para conocernos mejor, que nos hablen de ellos, de sus planes pre y post boda y lo más importante, que nos cuenten cualquier detallito que puedan sobre la boda, para que nos preparemos a conciencia el Gran Día y no nos perdamos nada de lo que ocurra.
Para terminar, hacer hincapié en la función principal de la preboda, que es la de que pareja y fotógrafos se conozcan mutuamente para que el día de la boda sea algo especial para todos, y no una mera interacción profesional. A partir de ahí, la posibilidad de tener fotografías bonitas y poder con ellas personalizar un libro de firmas, por ejemplo, es una contribución más de esta sesión previa que cada vez está más popularizada, como os decía en el post anterior.
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