23 mar 2010

Mens sana in corpore sano

Cuando en la medicina convencional se publicó el estudio que relacionaba las enfermedades coronarias con un tipo de carácter en concreto, muchos, se llevaron las manos a la cabeza. ¿cómo era posible que un tipo de personalidad- en concreto el tipo A- estuviese directamente relacionado con el riesgo de padecer infartos, anginas, arritmias...? Tuvieron que pasar años y hacerse más estudios para que esta realidad fuese aceptada por el colectivo médico. A día de hoy muchos no le dan importancia, pese a que sea un factor con tanto peso como el tabaco.

Poco a poco aparecen autores que relacionan otras enfermedades con otros rasgos de la personalidad, como siempre, estas novedades no se les presta la atención que merecen. Se nos plantea una pregunta directa...si soy nervioso, impulsivo, agresivo tengo más posibilidades de padecer una angina de pecho. Si dejo de serlo? pues obviamente ese factor habría desaparecido... del mismo modo que si un día abandonamos el sofá y comenzamos a caminar, dejamos de ser sedentarios. Lo que ocurre que un cambio de personalidad requiere mucho más trabajo personal, pero merece la pena.

Bien, llega un momento en que aceptamos un componente emocional, de carácter o rasgos psíquicos para un tipo de enfermedades en concreto. ¿y porqué sólo esas? ¿porqué no pensar que todas las enfermedades tienen un componente emocional? quizás sería mucho asumir, ya que nos hace más responsables de nuestras patologías. Pero, ¿no es lo que buscamos?

La doctora Christiane Northrup, en su libro " Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer" nos habla, ente otros factores, de ese componente en las patologías y etapas de la vida de la mujer. Si vamos más allá, Louise Hay tiene un cuadro de percepciones erróneas de la vida que nos llevan a la enfermedad. Cada zona del cuerpo representa una característica emocional o una manera de vivir, un problema en ese órgano supondría un modo incorrecto de relacionarnos con nosotros mismo y con el exterior.

No digo que se tomen como dogmas de fe ni como nueva medicina, pero sí son libros muy útlies para tener otro punto de vista y sobre todo para sanar mentalmente...

Mens sana in corpore sano

3 personas:

Amama Doula on 23 de marzo de 2010, 18:17 dijo...

"Cuerpo de mujer, sabiduraía de mujer" es mi libro de cabecera. Lo conocí gracias a una hermana mía que anda delante de mi en esto de abrirse a la Vida.
Personalmente creo que todas las mujeres deberían, al menos, leerlo. Y sobre todo las que andan en la búsqueda de un embarazo...
Y yo si que creo en la relación de las emociones y la salud porque lo he combrobado en mi cuerpo, lo compruebo día a día.
Es cuestión de estar atent@s a los mensajes que el cuerpo manda, escucharlo... y hacer caso.
Y en este libro se habla de TODO lo relacionado con el cuerpo de la mujer.
Yo lo recomiendo siempre, sin dudarlo.

Lorena A. Martí on 23 de marzo de 2010, 21:25 dijo...

Uf, me lo apunto... a mí todo esto me encanta.
Yo tuve una época un poco oscura en mi vida. y, casualmente, tenía las defensas por los suelos. No sé si fue antes el huevo o la gallina, pero el caso es que en cuanto mejoró mi "percepción de la visa", aumentaron las defensas. O quizás fue al revés... No lo sé... ;)

Lorena A. Martí on 23 de marzo de 2010, 21:26 dijo...

Jajaajajaja!!!
Mi percepción de la visa, no!!!! de la vida!!!!
jajajajjajajaa

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