Imagen: truds09
Gracias a esto puedo disfrutar de cada despertar a su lado, de volver a descubrir las pequeñas cosas de la vida, de ver cómo aprende, cómo crece cada día.Y a día de hoy seguimos disfrutando de una lactancia plácida y feliz, de los paseos bien pegadas (benditos portabebés), de jugar en el parque tranquilamente, de perder la mañana en el mercado, de estar media hora remoloneando en la cama, de seguir su ritmo. De dejar que ella sea el centro de nuestro universo y que todo gire a su alrededor.
Que nadie piense que esto son unas vacaciones (que es lo que todo el mundo cree cuando cuentas que has aparcado el trabajo para criar un bebé), que yo descansaba más en el trabajo, y creo que es una opinión compartida por muchas mamis.
Que nadie piense tampoco que ha sido una decisión fácil de tomar, pero es sin duda la decisión más acertada de mi vida.Y aún así me da la sensación de que el tiempo pasa demasiado rápido y que hay que saborear cada momento. Y sigo queriendo encontrar el botón de pause. Pero como no existe tal botón (ya me he resignado), habrá que procurar exprimir cada día al máximo.
A parte de la salud, el regalo más precioso que tenemos es el tiempo. Y demasiado a menudo lo malgastamos e invertimos muchísima energía en cosas que no merecen ese desgaste ni ese tiempo y energía invertidos.
No me enrollo más, hay otras cosas que reclaman mi atención... y mi tiempo ;)
4 personas:
Ains...
Yo no quiero opinar porque estoy muerta de envidia...
Disfrutadlo mucho vosatras que podéis, sois unas suertudas ;)
Que reflexión más bonita, más sentida y más cierta. Bela, me encanta!!! espero poder decir lo mismo dentro de un tiempo...
Pues si Isabel, eres afortunada y tu hija también por disfrutar del momento, del día a día contigo. Estoy convencida de que has hecho una buena elección.
Sinceramente creo que más de una madre podría hacer lo mismo: plantearse el dedicarse a cuidar a sus hijos pequeños. Es el mejor "trabajo" y el mejor remunerado, ya que no hay dinero en el mundo que pueda pagar el amor incondicional de una madre.
Salvo excepciones, valdría la pena plantearse si podríamos vivir una temporada con ciertas renuncias...materiales.
Un abrazo.
A disfrutarla! Ahora entiendo por qué aquel día llegaste una hora tarde: por "estar media hora remoloneando en la cama, de seguir su ritmo"
;-)
Una abraçada
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