Pues os lo cuento enseguida...
Los romanos (que eran más listos que listos), tenían un sistema de calefacción llamado HIPOCAUSTO que si analizamos la palabra... hipo=por debajo de y causto=quemado podemos imaginar que era un sistema que se montaba bajo el suelo.
Fue Cayo Sergio Orata el romano que lo inventó para disfrutarlo en los suelos de las termas y las casas en el Imperio Romano.
Se construía un horno en el exterior del edificio del cual salían unas canalizaciones hasta debajo de los suelos de la casa o las termas. El suelo de la habitación estaba sostenido por pilas de ladrillos que conformaban un vacío de unos 60 cm de altura. Era por este vacío, por donde circulaba el aire caliente que desprendía el horno.
En la Castilla de la Edad Media, utilizaban el mismo sistema de calefacción. Tenían un horno en el patio que les procuraba aire caliente, a través de conductos, a algunas habitaciones en concreto. A este sistema le llamaban "Gloria" y de aquí viene la expresión "Estar en la Gloria" que es, ni más ni menos, que estar agustito con la "calefacción" encendida.
Y por último, el suelo radiante es el mismo sistema pero con la tecnología de hoy en día... Podemos creer que es una calefacción innovadora y moderna, pero ya habéis visto que tiene más años de los que pensaría cualquiera...
El suelo radiante utiliza tubos por los que pasa agua caliente y el calor que desprende calienta el suelo y por consiguiente, la habitación.
Yo me acojo al dicho de "Pies calientes cabeza fría" y en cuando tenga la oportunidad, seguiré la idea de los romanos...
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