La luz en los espacios es el elemento más importante para darle personalidad y significado. También nos condicionará a la hora de elegir colores o de decorar con muebles.
Pero un detalle que tengo claro para "preparar" el día que decore mi casa desde cero, es la iluminación de los espejos.
Yo creo que lo que todos y todas esperamos al mirarnos al espejo, es ver nuestra imagen lo mejor posible ¿verdad? pues esto puede conseguirse huyendo de las luces cenitales, como las de ojo de buey.
Cuando la luz viene de arriba y tenemos la imagen reflejada en el espejo, veremos todas las sobras marcadas de arriba abajo. Esto significa que los huesos de las cejas harán sombra a los ojos, quitándoles brillo y luz. La nariz también arrojará otra sombra sobre la boca, el pelo estará clareado por arriba, con la consecuencia de verse más "calvo"...
La supuesta solución que os propongo y que llevaré a cabo en cada espejo de mi nueva casa (si algún día la tengo), es poner la luz directa y difusa. Es decir, si ponemos las luces en los laterales de un espejo (o arriba y abajo), apuntando directamente a la cara, las sombras no se producen porque quedan planas en el rostro (vamos, algo parecido a los espejos con bombillas de los camerinos).
La diferencia de efecto es impresionante, a parte de tener más luz para poder maquillarte o cualquier otra cosa...
4 personas:
Me lo apunto Lorena! La verdad es que no creo que tengamos en cuenta la luz a la hora de decorar los espejos. Gracias!
Pues sí, creo que es algo que un profano de la decoración como una servidora, no cae en absoluto. Eso sí, diríamos ¡pero que fea estoy hoy!
¡Jo!Lorena, deberías de dar un cursillo a los interioristas de hoteles. No hay un solo cuarto de baño de hotel en el que las luces estén bien colocadas... es imposible apenas verse los ojos ¡vaya peñazo!
Me ha encantado la información.
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