Un truco bien fácil para limpiar el óxido y la cal que aparece por efecto del agua en nuestros escurreplatos o en el fregadero:
Prepara una mezcla de zumo de limón y sal y aplícala por las zonas afectadas, ayudándote con un cepillo. Al terminar, acláralo con vinagre y un poco de detergente.
Una vez seco, notarás una gran diferencia...
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