29 abr 2010

La siesta


La palabra SIESTA viene de la división canónica del día. La Regla de San Benito incluía la norma de guardar reposo y silencio después de la "sexta hora", que a su vez proviene de la hora sexta latina, es decir, del mediodía, que es la hora de más calor. Ahí tuvo su origen la palabra "sextear" o "guardar la sexta", que después se deformó en "sestear" o "guardar la siesta".

Numerosos estudios han demostrado los beneficios asociados a la siesta.
Mejora la concentración para el resto del día, la memoria, reduce el estrés, mejora la presión alterial, incluso nos ayuda a ser más optimistas y a estar de mejor humor. Imagen: Flickr (anoldent)


Por ejemplo, el estudio realizado por Harvard School of Public Health , muestra que aquellos que tomaban regularmente una pequeña siesta de unos 30 minutos unas 3 veces por semana tenían un 37% menos de riesgo de morir de algún problema de corazón que aquellos que no lo hacían.

Dormir la siesta en la cantidad, calidad y forma adecuada ayuda a aumentar la productividad en el trabajo, reduce el absentismo y los accidentes derivados de la escasez de horas que una persona dedica al día a descansar. Ésta es la conclusión de numerosos especialistas del mundo que entienden que la siesta no es una costumbre, es una necesidad fisiológica.
Según un estudio sobre los problemas del sueño en Europa, el 22 por ciento de los alemanes reconocen dormir la siesta al menos tres veces a la semana. A cierta distancia les siguen los italianos, con un 16 por ciento, y los británicos, con el 15 por ciento. Lejos de lo que dictan los tópicos, sólo el 9 y 8 por ciento de los portugueses y españoles, respectivamente, se declaran incondicionales de la siesta.
Pero no vale dormir la siesta de cualquier manera, se recomienda que que sea en otro sitio diferente a la cama, el sofá por ejemplo, que sea en un sitio silencioso (aunque a mi me encanta quedarme dormida con el rumrum de la tele) y en un sitio no muy luminoso.

La duración debe ser de 20-30 minutos, sin superar nunca una hora, para evitar entrar en un sueño profundo.

Yo nunca he sido de dormir la siesta, pero hace unos meses que la he "re-descubierto" y la verdad es que me siento mucho mejor el resto de la tarde (me levanto a las 7:30 de la mañana y a las 23:00 ya solo pensaba en la cama) Ahora duermo 15 o 20 minutos, y el resto de la tarde la llevo con mejor humor, incluso, como ahora mismo, a las 23:10 puedo estar escribiendo este artículo.

¿Dormis la siesta?

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