Belén M.P.
Belén tiene 29 años, es maestra, estuvo un año de misionera en Bolivia y lleva 3 años trabajado en Aldeas Infantiles.
Aldeas Infantiles es una organización privada de ayuda a la infancia. Lo más característico de esta organización es que ofrece a los niños huérfanos, abandonados o provenientes de familias desectructuradas un entorno similar al de cualquier familia. Forman un hogar en torno a 4 pilares básicos:
Aldeas Infantiles es una organización privada de ayuda a la infancia. Lo más característico de esta organización es que ofrece a los niños huérfanos, abandonados o provenientes de familias desectructuradas un entorno similar al de cualquier familia. Forman un hogar en torno a 4 pilares básicos:
- Las madres, educadoras, que viven con ellos en las casas y son sus referentes, éstas reciben apoyo de las "tías" y de otros profesionales –psicólogos, logopedas,etc-
- El hogar, en el que viven de manera cotidiana.
- La aldea, formada por 6-12 hogares y que es el puente de integración entre el niño y la sociedad.
Belén a la que le vamos a hacer unas preguntas es Tita, educadora de apoyo, de una casa de Aldeas Infantiles en la que actualmente viven 6 niños:
- ¿Trabajas por vocación?, si la respuesta es sí: ¿De dónde crees que viene esa vocación?
Por supuesto. Es más, este es el trabajo con el que me he identificado desde el principio. A pesar de haber estudiado magisterio, nunca me he visto como una maestra, sino desempeñando el trabajo que estoy realizando en este momento.
Esta vocación me vino mucho antes de terminar la carrera. Yo era voluntaria en un centro muy pequeño de menores, y ahí estuve más de seis años. Me encantaba. De hecho, con esa misma gente en cuanto terminé la carrera me fuí un año de voluntaria a Bolivia, donde estuve en un colegio dando clase y en un internado donde se facilitaba a adolescentes de Aldeas lejanas a estudiar Secundaria. Teníamos proyectos de autoabastecimiento, visita a las familias... Fué toda una experiencia. A partir de ahí tuve muy claro a lo que me quería dedicar. Y de hecho ya llevo tres años trabajando en Aldeas Infantiles, y espero que me quede aquí por muchos años más.
- ¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo?
Es muy gratificante ver que todo un grupo multidisciplinario intenta luchar por el bienestar de un niñ@. Para mí es lo que más valor tiene, que no se trata de una persona con muy buenas intenciones que pretende hacer algo por un niñ@ que ha tenido mala suerte de nacer en un determinado sitio, sino que es todo un grupo de personas que se reúne semanalmente para buscar lo que más conviene a ese menor.
Además de esto, por supuesto, todo trabajo con niñ@s siempre es muy satisfactorio, y mucho más en un trabajo como el mío, donde la convivencia es muy estrecha, con lo cual se crean unos lazo muy fuertes, casi familiares, y en muchos de los casos los únicos lazos que conocen, con lo cual la auto-exigencia tiene que ser del cien por cien.
- ¿Que cambiarías?
Uf... cambiaría el mecanismo que hace que existan centros de acogida como en el que yo trabajo. Pero eso es una utopía , ¿no? Quizás entraría más a trabajar con las familias, y el menor en el núcleo familiar. Pero para que esto se haga bien haría falta mucha gente, y no sería válido para todos los casos.
En mi trabajo en concreto no hay muchas cosas que cambiaría. Tengo suerte de trabajar con un grupo de personas fantástico. Y cuando nos planteamos que hay algo que cambiar, nos ponemos manos a la obra. Cada semana nos reunimos para evaluar los objetivos que tenemos con cada niñ@, replantearnos las estrategias que usamos, y en mi equipo en concreto somos muy exigentes. Y además esto es algo que intento llevar también a mi vida personal, el hacerme auto-evaluaciones periódicas para ver que tal estoy llevando las cosas y es algo que recomiendo que deberían de hacer todas las familias, trabajando siempre como un equipo.
Claro que te hablo de mi Aldea, de mi casa... Fuera quizás sí habría algunas cosillas más que cambiar.
- ¿Que se necesita en general para trabajar con niños?
Mucho cariño. Esa es la medicina para todo, y sobre todo a la hora de tratar con niñ@s. Parece mentira, pero cuando a un niño lo tratas con cariño eres capaz de cambiar lo impensable. El apego es la mejor herramienta pedagógica que conozco. Si no tienes creado apego con el niñ@, no pretendas tener autoridad, porque se va a hacer muy difícil, y en cuanto te des la vuelta todo lo conseguido se va al traste. Por supuesto no hablo de “colegueo”, el padre deber ser padre, el maestro, maestro y el educador, educador. Sin embargo lo que se trabaja desde el apego es lo que permanece.
- ¿Y en tu trabajo en particular?
Esto va a parecer un tópico, pero yo diría que mucha paciencia. El día que voy a trabajar y me falta... ese día sale todo patas arriba. Necesitas serenidad y con los niñ@s con los que yo trabajo extra de cariño.
- ¿Que te han enseñado los niños con los que trabajas?
Que el corazón tiene una faceta muy rara, y es que cuanto más trocitos le quitas, con más fuerza se reproduce... En mi trabajo es muy duro cuando te tienes que despedir de algún niñ@. Además en el tiempo que he estado allí he tenido crí@s con los que he convivido durante periodos muy largos y con los que hemos creado lazos fuertes, y eso no es un factor que facilite a la hora de las despedidas. Pero en cada marcha siempre queda una esperanza. Y siempre debes de respirar hondo y levantar la cabeza, porque si se han ido algunos, te quedan otros tantos por los que seguir luchando. Y eso no tiene espera. Por no hablar cuando llega un niñ@ nuevo, con una historia bajo el brazo normalmente que desborda. En el momento sientes como todo se te viene grande, pero en cuando te plantas con él, las fuerzas salen de donde no lo esperas. Como he dicho antes, el corazón cuando se daña, se crece más.
4 personas:
Ay Belén... Aquí me tienes con las lagrimillas fuera...
Gracias por tu labor, gracias a todos los que os dedicáis a darles una buena vida a los pequeños inocentes que han nacido en situaciones donde nadie quisiera para sí mismo o para los suyos.
Y me quedo con la frase "El corazón, cuando se daña, se crece más"
Gracias.
Hay, sin duda, muy buenas reflexiones. Yo me quedo, por ejemplo con esta: "lo que se trabaja desde el apego es lo que permanece"
Vero, muchas gracias por acercarnos las reflexiones y la gran experiencia de Belén!!
Espero poder tener la misma experiencia algún día. Estoy pendiente de una selección para Granada.
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