Inauguro la sección dedicada a descubrir el origen de los nombres, como no podía ser de otra manera, con el nombre de mi hija.
No es tarea fácil elegir el nombre de un hijo. El nombre es lo que más nos representa y nos identifica. Y no lo elegimos nosotros, lo eligen, en el mejor de los casos, nuestros padres – en otros casos los abuelos, o viene impuesto por tradición familiar u otras circunstancias -.
Cuando me quedé embarazada, pasé horas hojeando libros de nombres y llamando a cenar en voz alta a mi futur@ hij@ imaginari@, y elaboré una lista de nombres preciosos, aunque siempre tuve claro qué nombre me gustaba para mi hija: Martina.
Es un nombre que me gusta por su musicalidad, porque imprime fuerza y dulzura a la vez.
Martina es un nombre de origen latino y significa “guerrero” o relativo a Marte, el dios de la guerra. Es posible, según algunos expertos en onomástica, que sea una adaptación del termino Marcial, también de origen latino. Martina es la variante femenina de Martín, aunque tiene su autonomía y su propia celebración el 30 de enero.
Según la leyenda, Santa Martina fue una noble romana que llegó al martirio en el año 226 bajo el mandato del emperador Alejandro Severo. Según una pasión legendaria, la diaconisa Martina fue arrestada por haber profesado abiertamente su fe delante de una estatua de Apolo y en frente de una estatua de Diana. En ambos casos hizo pedazos y derribó las estatuas del templo tras hacer la señal de la cruz, y por ello fue sometida a torturas y finalmente decapitada.
Santa Martina es la patrona de Roma y su iglesia, construida por orden del Papa Urbano VIII, se encuentra al pie del capitolio.
No es tarea fácil elegir el nombre de un hijo. El nombre es lo que más nos representa y nos identifica. Y no lo elegimos nosotros, lo eligen, en el mejor de los casos, nuestros padres – en otros casos los abuelos, o viene impuesto por tradición familiar u otras circunstancias -.
Cuando me quedé embarazada, pasé horas hojeando libros de nombres y llamando a cenar en voz alta a mi futur@ hij@ imaginari@, y elaboré una lista de nombres preciosos, aunque siempre tuve claro qué nombre me gustaba para mi hija: Martina.
Es un nombre que me gusta por su musicalidad, porque imprime fuerza y dulzura a la vez.
Martina es un nombre de origen latino y significa “guerrero” o relativo a Marte, el dios de la guerra. Es posible, según algunos expertos en onomástica, que sea una adaptación del termino Marcial, también de origen latino. Martina es la variante femenina de Martín, aunque tiene su autonomía y su propia celebración el 30 de enero.
Según la leyenda, Santa Martina fue una noble romana que llegó al martirio en el año 226 bajo el mandato del emperador Alejandro Severo. Según una pasión legendaria, la diaconisa Martina fue arrestada por haber profesado abiertamente su fe delante de una estatua de Apolo y en frente de una estatua de Diana. En ambos casos hizo pedazos y derribó las estatuas del templo tras hacer la señal de la cruz, y por ello fue sometida a torturas y finalmente decapitada.
Santa Martina es la patrona de Roma y su iglesia, construida por orden del Papa Urbano VIII, se encuentra al pie del capitolio.
En este enlace podéis conocer las características de las mujeres llamadas Martina:
1 personas:
Martina es un nombre que me encanta.
Y sí, creo que tiene mucha fuerza y personalidad.
¡¡Y las Martinas son muy guapas!! Jajajajaj
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